viernes, 2 de abril de 2010

LAS CONTRADICCIONES SON NECESARIAS PARA AVANZAR EN LA REFORMA UNIVERSITARIA


La confrontación de diferentes tendencias filosóficas e ideológicas existentes en el seno de la comunidad universitaria, son necesarias y positivas para esclarecer el contenido y el rumbo de la reforma.

En las discusiones adelantadas por el estamento estudiantil del programa de economía, salieron a flote diversos problemas, así como ideas contradictorias, que consideramos pertinente dar a conocer a la opinión pública, con el único fin de contribuir a la búsqueda del sentido de la reforma.

Entendemos que la universidad es un claustro del libre pensamiento, pero consideramos que en el proceso de reforma se hace necesario definir cuál debería ser la visión gnoseológica (teoría del conocimiento) que debería guiar dicho proceso. Este problema originó gran controversia, suscitando diversas opiniones al respecto, entre ellas se mencionaron: los nuevos paradigmas de la complejidad, el materialismo dialectico, el idealismo, el existencialismo y hasta el mismo escepticismo. Habrá que ver en el transcurso de las discusiones, cuál es el más conveniente para la situación histórica del mundo actual, pues de su decisión dependerá el sentido que se le fije a la reforma.

En la discusión interna de los estudiantes del programa de economía, se trató de definir el camino de la reforma, llegando a dos posiciones que son excluyentes.

Por un lado, están los defensores de una reforma universitaria anticapitalista, cuyo máximo sentido sea la defensa de la vida en todas sus manifestaciones, que permita construir un nuevo modo de vida, radicalmente opuesto al que hoy lleva la sociedad moderna. Un ejemplo palpable de ello, lo encontramos en la nueva redacción del Proyecto Educativo Institucional:

La Universidad de Nariño comprometida con el devenir histórico de la región, participa activamente de los procesos de resistencia y oposición al sistema capitalista imperante (…) es importante conocer que todo discurso científico obedece a unas relaciones de poder históricamente definidas.

Ello significa que el nuevo discurso científico que se maneje en la Universidad de Nariño, debe responder a las necesidades sociales, económicas y culturales de una nueva sociedad, se sobre entiende que ésta no existe y por tanto habrá que echar mano a la utopía para crearla de manera imaginaria, y de la misma forma imaginar cual debería ser la universidad que esta sociedad se merece. El espacio propicio para la creación de esta nueva sociedad se lo ha denominado región, aunque hasta ahora no se define de manera clara dicho término, así como el papel concreto que la universidad debe jugar en esa sociedad soñada.

Por otro lado, están quienes argumentan que la reforma universitaria debe responder a unas necesidades históricas concretas, y por tanto debe interpretar las realidades del mundo actual, en el plano nacional y mundial. Aquellos coinciden en el anhelo de un modo de vida radicalmente alternativo, al que lleva la sociedad moderna, pero sostienen, que frente a la injerencia de potencias extranjeras como Estados Unidos, quien en ultimas define el rumbo de la educación y de otros sectores en Colombia, adoptar una defensa por la soberanía y el desarrollo de un capitalismo incipiente de acuerdo a las necesidades del entorno social y natural, es tomar una posición supremamente revolucionaria, dentro del camino histórico necesario, para dar el salto hacia un modo de vida alternativo. Esta posición es consecuente con las conclusiones sacadas por el insigne movimiento estudiantil de 1971, el cual reivindicaba su carácter anti-imperialista, pero además ubicaba de manera concreta el papel que debe cumplir la universidad en la sociedad, puesto que no existió la necesidad de imaginarla en el sentido idealista, sino de usar el pensamiento para interpretarla y hacer reales sus necesidades concretas. Los tres principios fundamentales, que enarboló este movimiento se enmarcaron en la lucha por una educación que sirva a los intereses de la nación; una educación científica es decir, que busque la verdad en los hechos y contribuya al desarrollo de la ciencia en todas las ramas del conocimiento; finalmente, el estudiantado exige que la educación sea de masas, es decir, que sirva y beneficie a las grandes masas populares.

Un ejemplo concreto de estos principios también se lo puede encontrar en la redacción del nuevo PEI, entre sus objetivos se lee:

Orientar la estrategia general de manera que permita alcanzar altos niveles de desarrollo académico, investigativo y de formación integral en la Universidad de Nariño a través de un proceso democrático enmarcado en la defensa de los principios institucionales de calidad académica.



Los estudiantes que defienden esta posición, piensan que la reforma en la Universidad de Nariño, es el espacio en la historia para materializar los anhelos de aquel movimiento y de la actual sociedad colombiana, plasmando así una verdadera huella en la historia. La invitación es entonces a continuar con lo que apenas comienza, y a defender de manera masiva el trabajo que ya se ha adelantado por parte de los estudiantes.

Las posiciones están siendo adoptadas, ahora la cuestión es prepararse de manera juiciosa para el debate abierto, sostenido por la fuerza de los argumentos y el dialogo razonado. Estamos seguros en el empeño de entregarle a Nariño y a Colombia una universidad digna de ser nombrada como un estandarte de esperanza en la transformación de nuestro pueblo.


ORGANIZACIÓN COLOMBIANA DE ESTUDIANTES
PROGRAMA DE ECONOMIA.

2 comentarios:

DARIO dijo...

TENEMOS QUE CONTINUAR CON EL DEBATE, ES AL CALOR DE LA FUERZA DE LOS ARGUMENTOS Y EL ANIMO DEL ESTUDIANTADO COMO PODREMOS LOGRAR HACER LA REFORMA

Anónimo dijo...

compañeros demos el verdadero debate en la universidad de nariño....¡animo!

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